Luego de superar la pandemia COVID-19, vendrán grandes retos para los administradores de edificios e instalaciones, ya que implicará esfuerzos diferentes que ayuden a la sociedad a volver a la “normalidad” y a su vez contribuir en la salud de los habitantes.
A medida que el proceso de salir de la situación creada por el virus nos permita como sociedad volver a interactuar socialmente, regresar al trabajo en medio de la nueva normalidad que se ha generado, va a llevar a las personas a tener una sensación de ansiedad con el contacto que es igual a la que hoy vivimos en aislamiento. Recibir cualquier paquete, carta o hasta comida se convierte en un proceso de protección vital. La sensación de inseguridad generada por el temor al contagio va a afectar los espacios comunes y la forma como interactuamos con ellos.
Reducir el contacto va a ser importante y es ahí donde los facilities manager van a tener una nueva línea de desarrollo. Los edificios que son el espacio esencial de trabajo de la humanidad actual, tendrán la obligación de pensar en la salud de sus habitantes. Vendrán preguntas importantes donde la sensación de seguridad sanitaria personal, se va a referir más a la ausencia de contacto que a otra cosa, lo cual implicará revisar el grado de automatización necesario para generar calidad sin perder el control sobre los sistemas.
Siempre se ha considerado que gran parte de la labor de alguien que maneja instalaciones donde las personas trabajan o viven, está direccionada por el sentido común, pues en este próximo regreso ese va a ser uno de los elementos claves.
Habrá de ser revisado todo protocolo de manejo y de interacción a la luz de un nuevo sentido común que implicará menos contacto y más distancia con un buen grado de comunicación entre las personas. Los edificios como entes vivos, van a requerir unas adecuaciones en sus sistemas con inversiones ajustadas a la situación económica. Por ejemplo, la calidad del aire, que es un referente de qué tan sano es un edificio, se convertirá en uno de los KPI’s más importantes a verificar, puesto que la seguridad biomédica de los grupos humanos va a pasar en gran medida a qué tan bien están controladas las partículas que viajan en el aire. La temperatura igualmente co-ayudante en el bienestar también deberá ser más controlada.
Los esquemas de seguridad humana donde el contacto sea prácticamente inexistente se convertirán en el deber ser en cualquier espacio público. Todo espacio de socialización conllevará un protocolo diferente a los que actualmente poseemos, puesto que como sociedad vamos a tener que reaprender cómo comportarnos en ellos. En esta circunstancia el facilities manager será una especie de director de orquesta que buscará que cada uno de los elementos, humanos y técnicos, se integren para generar el mejor estado de salud del edificio y por ende de sus habitantes.
"El facilities manager será una especie de director de orquesta que buscará que cada uno de los elementos, humanos y técnicos, se integren para generar el mejor estado de salud del edificio y por ende de sus habitantes."
En Accuro S.A.S (Colombia) y Accuro Prime (Panamá) conectamos a las personas con los espacios.