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El trabajo remoto en el Real Estate post-pandemia



Con la aparición de la pandemia mundial COVID-19, el mundo entró en una realidad laboral que se ha mantenido bajo una apariencia inofensiva y en muchos casos irrelevante dentro de los paquetes de bienestar empresarial de las empresas modernas, el trabajo remoto.


En los últimos meses todo tipo de compañías grandes, medianas y pequeñas han tenido que afrontar la pandemia habilitando medidas de trabajo en casa mucho más robustas que las que antes contemplaban, China y sus países aledaños contuvieron la propagación del virus con cuarentena y muchas personas tuvieron que migrar su trabajo a uno de los lugares más atípicos para ellos y su cultura de fortaleza profesional, sus casas, y millones de estas personas lo hicieron incluso por primera vez en sus vidas. Las oficinas centrales de Google en Dublín tuvieron que tomar esta decisión para 8000 empleados, así como grandes empresas norte americanas como Twitter, Apple, Microsoft, Amazon y JP Morgan. Y esto para dar ejemplo en estos grandes conglomerados tecnológicos e industriales con grandes estructuras operativas. Definitivamente nos podemos empezar a preguntar ¿cuál fue el manejo interno de estas decisiones en empresas de mediano y pequeño tamaño que muy probablemente no tenían un programa de bienestar en lo absoluto? Sin embargo, esta pandemia los ha obligado a tomar la decisión ajustarse y adaptarse ya sea por responsabilidad social o por el mismo miedo a sanciones económicas o judiciales por no acatar toques de queda, medidas de cuarentena o simplemente “Simulacros obligatorios”.

Pero no porque esto se haya tenido que hacer de una manera apresurada y, en este caso, por el bien de las personas quiere decir que esto no se hubiera contemplado en algún momento de la historia moderna, es de saberse que con la salida de los primeros computadores personales como el Apple II, el Commodore PET y el TRS-80 las personas, trabajadores y compañías completas iban a avanzar a tal punto donde el trabajo remoto es tecnológicamente posible. Sin embargo, la velocidad en que este nuevo paradigma de trabajo ha avanzado en las compañías hasta la fecha ha sido completamente opuesto a la velocidad de los avances tecnológicos que ha permitido que esto se pueda hacer, lo cual pone en perspectiva el hecho que esta pandemia está impulsando este (no tan) nuevo paradigma después que la forma tradicional de trabajo en oficinas intentó hundirla en el fondo de un cajón de algún directivo.

Incontables estudios han soportado los beneficios del trabajo remoto, en una época saturada con problemas sociales, de planeación urbana inadecuada haciendo los tiempos de desplazamiento difíciles de manejar, el aumento de responsabilidades personales y el estrés que conlleva estar en un espacio de trabajo moderno. Encontrar una solución que se ha demostrado que aumenta la productividad tanto para los empleados como para los supervisores, mejora en las habilidades de concentración de los trabajadores, aumenta la autonomía de los empleados aumentando la satisfacción general con su empleo, baja los índices de ausentismo, aumenta el compromiso a la organización y más importante reduce el estrés asociado a la carga laboral, sumado a que es una medida obligatoria para poder asegurar la continuidad de los negocios en época de pandemia mundial, esto nos ayuda a proyectar que este puede ser el momento de la historia donde el trabajo remoto cobre la relevancia que siempre ha debido tener. El hecho de saltar de la planeación a la ejecución de manera rápida, deja abierta la posibilidad que se pueda rediseñar la manera en que se concibe el mundo laboral y así mismo la calidad de vida de las personas.

Después que esta situación de salud publica mejore todas las empresas sin excepción van a tener experiencias para compartir en términos del trabajo remoto, así como hoy el Coronavirus es la mayor búsqueda en Google (20 millones de menciones en social media) muy probablemente en unos meses va a ser el termino trabajo remoto y las formas alternativas de trabajo en todas las industrias y sectores económicos, alentando el debate sano para la reorganización de procesos, para que las personas que puedan (y quieran) entrar en esta tendencia de trabajo puedan acceder sin tener las implicaciones sociales y laborales a las que antes estaban expuestos.

Con esto dejo una ultima reflexión, el aumento de espacios de Coworking, y espacios alternativos de trabajo, el aumento de trabajos por demanda y freelancing y la baja demanda de oficinas corporativas tradicionales en el mundo alienado a las situaciones derivadas de la actual pandemia por el virus COVID-19, nos debería poner a pensar en el futuro del real estate a nivel mundial, las implicaciones de administrar los espacios de empresas que van a requerir menos espacio abriendo la puerta a la evolución del espacio en nuevos usos y amenidades que sean de valor para una inversión inmobiliaria. Los indicios y tendencias ya se venían presentando, y estas recientes situaciones nos van a impulsar a ver cambios significativos en el corto plazo, ¿Cómo deberíamos prepararnos?


Jorge Forero Luque, Director de Investigación y Desarrollo Accuro S.A.S.

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